Otro de los problemas pueden ser las rabietas.
Se producen por los deseos de autonomía y las limitaciones que se le imponen, que no
tengan cubiertas las necesidades…
Para evitar las rabietas es necesario:
1.
Evitar situaciones y
circunstancias que pueden ser fuente de frustración o que faciliten la
aparición de estas.
2.
Existir la coherencia entre la
escuela y la familia.
3.
Mantener las normas para que los
niños tengan claras las normas y los límites.
4.
No reforzar comportamientos que no
son adecuados.
5.
Enseñarle como verbalizar sus
sentimientos y expresar que es lo que les ocurre.
6.
Cuando se vaya a producir un
cambio, avisar con tiempo al pequeño.
También debemos conocer cómo debemos actuar
ante las rabietas por ejemplo, debemos mantener la calma, no razonar el momento
de la rabieta, no concederle un refuerzo en el momento ni darle algo que
sabemos que le puede gustar, adoptar una actitud de indiferencia, se puede
emplear el tiempo fuera, llevarle a un sitio tranquilo y cuando haya
finalizado, no castigarle ni gritar, si no darle seguridad y afecto.
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